Terapia de regresión

La terapia de hipnosis regresiva es una de las técnicas más efectivas para solucionar conflictos que parecen no tener solución con otras técnicas de terapia. Durante la sesión, el cliente alcanza un estado de relajación, desde donde accedemos directamente al subconsciente. Recuerda, imagina o recupera, información emocional de momentos pasados. En estos “recuerdos” se experimentaron emociones o situaciones tan intensas que condicionan de una forma inconsciente a la persona. Pueden llegar a provocar patrones de conducta o situaciones no deseadas. Fobias, miedos, problemas emocionales, sexuales, inseguridad, e incluso vicios de los que no es capaz de desprenderse.
La mente subconsciente nos traslada a un momento del pasado donde ocurrió algo importante, algo que originó el problema actual que estemos atravesando y que necesitamos resolver. La regresión puede llevarnos a la infancia, a la adolescencia, al vientre materno, al momento de nuestro nacimiento o incluso a otra existencia en otro tiempo u otra vida. Al descubrir el origen de nuestro problema podemos fácilmente liberar las emociones que tenemos atrapadas dentro de nuestro subconsciente y sentirnos liberados de patrones de conducta que nos condicionan y nos hacen sentir inseguros o infelices.
Los objetivos terapéuticos de la regresión serían:
Hacer consciente lo inconsciente.
Darse cuenta cómo nos está afectando en el presente.
Liberar las emociones atrapadas.
Transformar y reparar el daño que han ocasionado esas emociones.
Es una terapia directa para el subconsciente, ya que las emociones atrapadas se encuentran en la memoria emocional y eso es lo que vamos a sanar. Cuando en el pasado hemos tenido experiencias muy traumáticas o dolorosas, que desencadenan emociones muy fuertes, una sola de estas experiencias es suficiente para condicionar la conducta de una persona toda su vida. Tan solo uno de estos incidentes puede convertirse en un trauma.
¿Y qué es un trauma?, simplemente el recuerdo de una vivencia asociada a una fuerte carga emocional. Con el tiempo el recuerdo desaparece, es olvidado, pero la carga emocional, permanece en nuestro subconsciente, y desde allí determina nuestra conducta, nuestra forma de vida y nuestra respuesta frente a situaciones similares.
No debemos olvidar que el síntoma es la expresión de un conflicto interior. Si borramos el síntoma sin solucionar el conflicto, aparecerá un nuevo síntoma de reemplazo, que es lo que sucede constantemente en los trastornos de ansiedad generalizada.
Cuantas más sensaciones se experimenten durante la regresión, más efectiva será la terapia y mejor el resultado. Muchas veces lo que no se aprendió en muchos años se aprende durante la regresión, porque esta experiencia remueve profundamente las estructuras psicológicas y emocionales de la persona y se produce una importante visión interna. Estas sesiones no se olvidan rápidamente, como ocurre con cualquier cosa que inventamos de forma consciente. La regresión pasa a integrarse en el subconsciente como algo que realmente ha sucedido y de esta forma se producen los cambios conductuales. Cuando alcanzamos el origen de los traumas, la estructura completa del trauma se rompe, se desintegra y acaba desapareciendo. Al desaparecer dicha estructura, se modifica todo el sistema psíquico y emocional de la persona, alcanzando con ello un estado de compresión superior y diferente de sus conflictos.
Una sesión de hipnosis regresiva no tiene nada de místico, espiritual o misterioso. Es exactamente igual que cualquier otra hipnosis o meditación guiada. Simplemente permitimos que nuestras cadenas mentales se liberen y dejamos que las emociones nos embarguen para entenderlas y poder transformarlas. También permitimos que nuestra imaginación, que es el idioma de nuestro subconsciente, tome las riendas y nos lleve de la mano.
¿Cómo es una sesión de terapia regresiva?
En primer lugar se realiza un historial clínico completo del paciente, para conocer todas sus problemas y sus circunstancias y de esta forma preparar una sesión personalizada acorde con las necesidades de la persona.
Se realizan una serie de ejercicios de relajación guiada para lograr un estado de conciencia expandida. Como en cualquier otra hipnosis, aplicaremos técnicas de inducción, profundización etc. Cuando la persona alcanza el estado adecuado comenzamos a buscar el origen de los problemas. La sesión suele tener una duración de entre 60 y 90 minutos, y se realiza siempre después de elaborar el historial clínico.
¿Por qué tiene tan buenos resultados?
Porque es el cliente quien toma conciencia del origen de sus conflictos. De cómo estas emociones del pasado, siguen ancladas en su interior, condicionando en el presente. Durante la sesión se trabaja con el hemisferio derecho del cerebro, la parte que se ocupa de los sentimientos y sensaciones. Se reviven con gran intensidad los recuerdos almacenados y aparentemente olvidados. Se pueden llegar a percibir los sonidos, los olores, el frío, calor y todas las emociones que tuvieron lugar en esa vivencia.
¿Cómo me sentiré después de la regresión?
Un poco cansado y con mucha información en la mente, pero muy aliviado, más relajado ya que muchas preguntas obtienen una respuesta que de otra manera no logramos.
Estar en regresión no significa perder el conocimiento, se recuerda todo y se es consciente en todo momento de lo que estamos experimentando. La persona no pierde ninguno de sus sentidos, por el contrario los agudiza y va a poder contestar a las preguntas que se le hagan. La terapia no es un desdoblamiento o un viaje astral, son recuerdos o recursos que utiliza la mente subconsciente para solucionar un conflicto que está condicionando la vida de la persona.